
Después de un merecido descanso tras defender la tesis doctoral, me apetece mucho volver a escribir en el blog y comenzar una nueva etapa en mi carrera investigadora retomando (con un poco menos de presión) mis investigaciones en torno al crowdsourcing.
Esta nueva etapa queda inaugurada con este post, cuyo título puede sorprender a más de uno. El caso es que la pregunta que aparece en el título me la han planteado ya varias personas: ¿hasta que punto es necesario Internet para que se de el crowdsourcing? ¿se puede considerar crowdsourcing el envío de sms a través de móvil para algún tipo de iniciativa (solidario o no)? O incluso, ¿se puede considerar crowdsourcing alguna iniciativa en la que participe la gente sin el uso de ningún tipo de tecnología? (de hecho fue una de las preguntas que me plantearon
en mi defensa de la tesis doctoral y que algunas personas defendían en un grupo de LinkedIn en el que participo).
Siendo claros, desde mi punto de vista, la respuesta es taxativa: sí, Internet es fundamental para que se de el crowdsourcing. Si no se usa Internet, será una iniciativa de inteligencia colectiva que utilizará algún otro canal, pero no se puede decir que sea crowdsourcing.
Esta afirmación la sostengo en base a dos hechos.
Por un lado, y como introduce de manera magnífica Jeff Howe en un vídeo en el que explica qué es el crowdsourcing (se puede ver a continuación), Internet da acceso a millones de personas. De hecho, es una de las características principales del crowdsourcing que lo diferencia de otro tipo de iniciativas como las de Innovación Abierta: la posibilidad de acceder a un grupo ingente de personas.
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Es cierto que nuestro círculo de acción es muchísimo más limitado (a veces unos pocos cientos de personas), pero, potencialmente, Internet nos puede dar acceso a millones de personas. Además, ninguna otra tecnología permite de una manera tan versatil llegar a tantas personas de tantos lugares distintos y tan distantes: ni la televisión, ni la radio, etc.
Otra característica que hace que Internet sea necesario, es que permite la participación simultanea de muchos usuarios.
En segundo lugar, como muchos autores (yo entre ellos) defienden, la web 2.0, que se sustenta en Internet, es la estructura fundamental sobre la que funciona el crowdsourcing. No solo permite la creación de plataformas, sino que permite la correcta y necesaria interacción entre los individuos. Permite que cientos de usuarios participen en las iniciativas de crowdsourcing de manera simultánea y sin desplazarse de su casa. ¿Como sino iban en una de las sesiones del Idea Jam a interactuar cientos de personas?.
¿Qué opináis vosotros?
Es una duda que me entraba cuando dicen que un programa de TVE es crowdfunding. En televisión también se accede a una masa muy grande de personas. ¿Es esto crowdfunding?
PD: Enhorabuena por el doctorado
En principio, y desde mi punto de vista, no. Se podrán hacer campañas de recogida de dinero, campañas de financiación, recoger dinero a través de SMS… pero no serán crowdfunding.
La razón es que el número potencial de personas a las que se puede llegar es mucho menor. Y ahí, en el número potencial de personas a las que se puede llegar, radica parte de la fuerza del crowdsourcing.
Imagina que lanzas una campaña en un programa de TV en concreto. Solo las personas que tengan sintonizado ese canal, podrán acceder a la información que se proporciona y podrán (si quieren) participar. En principio, lo más probable es que personas de otros paises no vean ese canal… y ahí estás perdiendo gran parte de esa multitud.
En cambio, con Internet, el número potencial de personas que pueden participar es enorme. Cualquier persona de cualquier país puede acceder a tu proyecto… ahora falta que se promocione adecuadamente este proyecto, en los canales apropiados, y que sea accesible al mayor número posible de personas (en inglés y castellano, etc.).
Un saludo
P.D.: Gracias por la enhorabuena (por el doctorado). Ha costado, pero ha llegado.