La verdad sobre los aficionados en las iniciativas de crowdsourcing

El origen

Desde que Jeff Howe acuñase el término de crowdsourcing en el artículo de la revista Wired (donde utiliza hasta en 3 ocasiones el término amateur) y posteriormente publicase un post en su blog titulado «Chapter Two: the Rise of the Amateur» (que se traduciría más o menos como «Capítulo 2: la rebelión de los aficionados»), existe la creencia generalizada de que los individuos del crowd son generalmente eso, aficionados.

Posteriormente, Jeff Howe, en su libro «Crowdsourcing: How the Power of Crowd is Driving the Future of Business», matizó este calificativo de aficionados. Indicó que las personas que suelen participar en las iniciativas de crowdsourcing son personas que han recibido educación, con talento e intereses creativos. Intereses que no coinciden con el trabajo que realizan día a día, razón por la cual, les aplicó el término de aficionado. Sin embargo, en este punto, el concepto de aficionado estaba ya ligado, de forma equivocada, al de crowdsourcing.

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, define aficionado como aquella persona «que cultiva o practica, sin ser profesional, un arte, oficio, ciencia, deporte, etc.». De esta manera se tiende a pensar en los individuos del crowd como gente no profesional.

La realidad

Aunque pueda no parecerlo, esta falsa creencia tiene consecuencias muy negativas para el crowdsourcing. La principal es que, debido a esta creencia, mucha gente no se fia o infravalora los resultados obtenidos mediante iniciativas de crowdsourcing. Si hablamos de gente que no es profesional, no esperaremos resultados profesionales.

La realidad dista bastante de esta idea. A pesar de que las iniciativas de crowdsourcing suelen estar abiertas a todo el mundo, distintos estudios han demostrado que la mayoría de los individuos que participan en estas iniciativas son gente con formación y experiencia en el tipo de tareas que se deben realizar.

En 2007, D.C. Brabham pasó una encuesta a 651 usuarios de iStockPhoto, una plataforma de crowdsourcing donde los usuarios pueden colgar fotos que se venden a bajo precio. Los resultados son que un 58% de la muestra había recibido como mínimo un año de formación en arte, diseño, fotografía o alguna disciplina de tipo creativo. En este sentido, un 26% había recibido educación de este tipo más de cinco años. Por otro lado, un 44% de las personas tenían experiencia de tipo artística remunerada de más de cinco años.

En 2010, Jeppesen & Lakhani publicaron otra encuesta pasada esta vez a 320 usuarios de InnoCentive, plataforma de crowdsourcing donde se plantean retos a resolver a cambio de una cantidad determinada de dinero. En este caso, un 65% tenía el título de doctor en alguna especialidad y un 19.1% tenían niveles de formación superior, normalmente en ciencias.

Por último, Buecheler et al. realizaron un estudio en 2010, pasando una encuesta a los participantes de Starmind, otra plataforma de crowdsourcing donde el crowd debe resolver dudas o problemas, obteniendo como resultado que un 66% de los participantes eran estudiantes de doctorado, investigadores, profesores, etc.

El ejemplo

Para concluir, nada mejor que un ejemplo.

En el último post describía el proyecto de «El Plan B», a través del cual se han dado a conocer dos chicas con una voz privilegiada: M-AND-Y y Electric Nana. Aquí os dejo alguno de los trabajos realizados por ellas antes de «El Plan B». Independientemente del tipo de música que os guste ¿de verdad diríais que estas chicas eran aficionadas? Yo no, desde luego.

Far Away – Canción de DJ Tremmme junto con M-AND-Y.

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Down the streetElectricNana

 

Por lo tanto, la idea de que los amateurs, entendidos como aficionados sin formación ni experiencia, son los reyes del crowdsourcing, dista bastante de la realidad.

 

 

Referencias:

  • Brabham, D.C. (2011) Raw data report from the study of Moving the crowd at iStockphoto: The composition of the crowd and motivations for participating in crowdsourcing applications. (http://dbrabham.files.wordpress.com/2011/01/istock-data-report.pdf)
  • Jeppesen, L.B. & Lakhani, K.R. (2010). Marginally and problem-solving effectiveness in broadcast search. Organization Science, 21 (5), 1016-1033.
  • Buecheler T., Sieg J.H., Füchslin R.M., Pfeifer R., Crowdsourcing, Open Innovation and Collective Intelligence in the Scientific Method: A Research Agenda and Operational Framework. In: H. Fellerman et al (eds), Artificial Life XII. Proceedings of the Twelfth International Conference on the Synthesis and Simulation of Living Systems, Odense, Denmark, 19-23 August 2010, 679-686.
  • Brabham, D. C. (in press). The myth of amateur crowds: A critical discourse analysis of crowdsourcing coverage. Information, Communication & Society (http://dbrabham.files.wordpress.com/2011/10/ics_myth_for_comment.pdf)

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